Hola: soy Roberto (Robert), hoy empiezo esta aventura gracias a la Profe Nieves, así es que para ella y tod@s  vosotr@s un cariñoso abrazo.
Como sabéis hace unos días hubo un nefasto accidente de avión. Os voy a contar algo que me sucedió en el año 1985.

"El 19 de febrero de 1985 un Boeing 727 de la compañía española Iberia apodado "Alhambra de Granada", que realizaba el vuelo regular 610 (IB-610) entre Madrid y Bilbao, chocó con la antena de Euskal Telebista instalada en el monte Oíz durante las maniobras de aterrizaje. Fallecieron las 148 personas que viajaban a bordo."
Esta es la noticia que ha quedado en los anales de la aviación.

Entonces trabajaba en CASA y se habían subcontratado en una empresa de Sondika unos útiles de gran envergadura para la fabricación de los estabilizadores horizontales del avión F-18. En la fabricación de estos útiles  había que estar presente en 3 fases diferentes para su control. Eran en total 13 útiles, pues 39 controles, mas de un año. Me responsabilizaron de estos controles con una planificación establecida estando en contacto con la empresa subcontratada. Pues bien, yo tenia el billete de Iberia para viajar en ese vuelo, ese día que era martes.
El día anterior lunes 18 de Febrero a eso de las 11 de la mañana llamaron de la empresa de Sondika para decirnos que iban adelantados en el trabajo y nos sugirieron que adelantara mi presencia en Bilbao, En mi empresa deprisa y corriendo hicieron las gestiones oportunas para el cambio de vuelo y esa misma tarde a eso de las 17,30 h. volé a Bilbao.
El martes 19 de Febrero estaba a las 8 de la mañana trabajando en la empresa de Sondika; una hora después del accidente el jefe de la empresa me comunicó lo sucedido. No me avergüenza decir que fue tal el impacto que sentí que lloré y pasé unos días muy malos. ¿Que como hice el viaje de vuelta a Madrid? Pues en avión; he vuelto a volar muchas veces , tanto por trabajo como por turismo.  
Las cosas del destino son imprevisibles; yo siempre comento que no me merece la pena jugar a la lotería porque ya me ha tocado una vez y no creo que me toque otra vez.

Por cierto, uno de los pasajeros del vuelo era un vecino e industrial del Villa de Vallecas, tenía la empresa Talleres Salvador dedicada a gran calderería. Ese mismo día por la noche en el hotel que yo estaba di el pésame a sus familiares que yo conocía.

Bueno he empezado esta aventura con este relato porque se lo prometí a la profe.
Un fuerte abrazo y suerte.