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SIGO NARRANDO LOS DIÁLOGOS QUE TIENE EL ABUELO CON SU NIETO MIGUELITO.
-Abuelo me prometiste que me ibas a decir como son los extraterrestres. - Y te lo voy a decir. Pero hoy te voy a dar una lección de como los humanos se han ido uniendo desde su nacimiento hasta hoy en día en que vivimos en grandes ciudades. Primero vivían en cavernas y fueron evolucionando hasta llegar al día de hoy en que la evolución ha sido grandiosa. Un poco lenta pero espectacular. (VOY HA ESCRIBIR TODO SEGUIDO PARA APROVECHAR ESPACIO). -No, abuelo, no me cuentes eso ahora. Que es muy aburrido. Por favor, cuéntame lo de los extraterrestres. -Imploraba Miguelito.-Vale,vale. Te contaré dos aventuras de dos hombres que han visto personajes que por los vehículos que llevaban no pueden ser de este mundo.-Eso, eso abuelo. Cuéntamelo. Que bien, que emocionante.-Esto lo he leído en el libro de J.J. Benitez. Y ya te dije que este escritor antes de publicar cualquier cosa se asegura de la veracidad de ello.
Pues bien, Miguelito, este señor que es de bujalance y muy de madrugada iba aVilladelrio. ve un vehículo muy raro fuera de la carretera y a su lado un señor sentado. Entonces pensó que le habría sucedido algún accidente. Paró el coche, se bajó y se fue acercando a este señor. De momento el señor se levantó. Y nuestro hombre quedó petrificado. Porque ese hombre que veía era como nosotros, pero de un aspecto muy extraño y de una estatura de como mínimo 1'50m. _ ¿Y qué pasó abuelo?- Calma Miguelito no seas impaciente que estoy con la narración. Ya, abuelo es que es muy emocionante.-Pues bien sigo con ello. -Matias que es como se llama este hombre no sabia si acercarse más o salir corriendo. Decidió acercarse más y le preguntó al gigante si necesitaba ayuda.Por toda respuesta solo le pareció oír un gruñido y ver como sacaba un aparato parecido a una linterna. Y le alumbraba la cara con una luz muy fuerte. A Matías le faltó poco para cagarse en los pantalones. Dio media vuelta y salió disparado hacia su coche.Pies para que os quiero. (pensó Matias) Lo arrancó y emprendió la huida. Pero al minuto vio un aparato en forma de plato volando a su lado a unos metros de su coche. Según Matias le siguió como mínimo 10 minutos.- Que miedo abuelo. ¿Y que querrán esos hombres que vienen de otros mundos?.-Yo pienso lo mismo que piensa J.J. Benitez. Que vienen a estudiar nuestra civilización y nuestro mundo.-No tienen intención de hacernos daño. Excepto en alguna ocasión que han subido a su nave alguna persona y le han tumbado en una especie de quirofano y le han manipulado el cuerpo. algunas personas creen que les han plantado en el cuerpo unos chips para controlarles desde lejos.
 -Eso abuelo es fantástico. Así es Miguelito. Esto de los O.B.N.I.S ES UN GRAN MISTERIO.

Ahora voy a narrarte el segundo suceso que he leído. Ambos sucedieron en la década de los setenta. Últimamente no publican nada de avistamientos. No sabemos si es porque ya no los hay o porque no tiene interés el publicarlos.
Así lo contó su protagonista: Iba yo por una carretera de tercer orden con mi camión, cuando a una distancia de 150 metros veo un trasto muy grande taponando la carretera. Me fui acercando lentamente y paré el camión a unos cien metros. al lado de este trasto había varias personas muy altas y unos brazos muy largos. y gesticulaban señalando hacia mi camión. -¿Y como eran, abuelo? -No puedo decirte como tenían la cara porque aún no había amanecido y llevaban algo por la cara que no se les veía bien. Vestían con una pieza sola. Como si fuera un mono. Igual que visten los astronautas. Yo estaba intrigadisimo. (decía el protagonista) Despues de unos munutos esa cosa se elevo unos metros y se apartó a un lado de la carretera. Yo inicié la marcha y pasé sin ningún incidente. A los 150 metros paré y miré hacia atras y alli estaba parado en medio de la carretera otra vez ese enorme trasto. ¿Y que era eso abuelo.? No lo se. Ni lo sabe el testigo. Dice que no era avión ni elicoptero ni camión. ¿Cuando un camión vuela? y aquello aparte de ser muy largo, volaba. ¿Y como terminó aquello abuelo? -El camionero terminó su servicio y cuando regresó a casa, le contó a su amo lo sucedido. El amo le dijo que eso lo había soñado. La familia si le creyó. A otro día que tenia que hacer otro trabajo por la misma carretera su mujer no quería que fuese. pero el dijo que siempre no iba a pasar lo mismo. y se fue a su trabajo. Cuando llegó al lugar del día anterior allí estaba otra vez el aparato. paró el camión y esperó a que ese enorme trasto se quitase de en medio. ESE  aparato no tenia puertas y no sabe por donde aparecieron varios hombres. Que gesticulaban como el día anterior. En un momento dado dos de ellos se vinieron hacia mí (dijo el camionero) Yo sin pensarlo un segundo bajé del camión y corrí entre barro y olivos. Volví la cabeza  y aquellos seres venían detrás de mi. Como veía que me daban alcance me tiré a una zanja que a su vez estaba debajo de un olivo. Me aplasté al barro que allí había sin hacer ruido y esos gigantes pasaron de largo. Pero no desistieron de buscarme. Iban de un lado para otro y gesticulando. En ningún momento oí que hablasen. ¿Como terminó eso abuelo?- Bien, el camionero contó que después de un buen rato esos hombres desistieron. y regresaron al enorme aparato. El con mucho sigilo regresó al camión. Y esperó a que aquello se fuese. Después de mucho tiempo aquello se elevó y se apartó a un lado. Y echándole mucho valor arrancó el camión y acelerando al máximo  pasó muy cerca de ese aparato. -Abuelo, no des tantos rodeos y dime que pasó. Hay. que impaciente eres, Miguelito. Los acontecimientos hay que contarlos con detalle. Volvió a parar el camión a 200 m. Observó que otra vez estaba el aparato en medio de la carretera. y bajaron unos hombres y con unos aparatos hacían agujeros en el suelo y guardaban las muestras.regresaron al aparato y yo en ese momento arranque el camión y continué mi trabajo.
Otras veces he pasado por el mismo lugar y ya no he vuelto a verles.
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Otro día Miguelito te contaré el encuentro que tuvo un ingeniero con un extraterrestre y habló con el y le subió a su platillo volante. Y allí le estuvo explicando de como funcionaban sus aparatos. Este caso casi nadie lo va a creer. Pero es verídico. Debemos creerlo por el testigo que lo cuenta. Ha estado muchos años callado por que sabe lo difícil que es el creerlo. Pero su esposa a fuerza de insistirle lo ha  convencido para que cuente su experiencia. --Cuéntamelo ahora , abuelo, por favor. --No puede ser, Miguelito, ya es muy tarde. Y nos tenemos que ir a dormir. Que mañana tenemos que madrugar. Jo. Abuelo. Siempre igual.
Otro día te lo cuento, Te lo prometo.