Antoni
Gaudí, una de las figuras más universales de la cultura catalana y de la
arquitectura internacional, dedicó más de cuarenta años al proyecto del templo
de la Sagrada Familia.
Antoni Gaudí nació el 25 de junio de 1852 en Reus, en el Baix Camp, entonces la segunda
ciudad de Cataluña. Cursó los estudios primarios en las Escuelas Pías, donde
destacó en geometría y aritmética, y donde recibió una educación tradicional,
religiosa y humanística. Hijo de un calderero, se inició en el mundo de los
oficios en el taller de su padre en 1860.
El 1868 se
trasladó a Barcelona y se preparó para entrar en la Escuela de
Arquitectura, en la que ingresó en 1873. Compaginó la formación con el trabajo
de asistente en estudios de arquitectos y en talleres de carpinteros,
cristaleros y cerrajeros, donde aprendió estos oficios.
Fue un
estudiante de arquitectura irregular, pero destacó en las asignaturas de
proyectos, dibujo y cálculo matemático. En 1878, con el título de arquitecto
bajo el brazo, recibió el primer encargo oficial. A medida que se fue
consolidando profesionalmente, asumió obras de más envergadura por encargo de
la burguesía, como por ejemplo, entre otras, la Casa Calvet, la Casa Batlló y
la Casa Milà. En 1883 asumió el proyecto de la Sagrada Família, que
entonces compatibilizó con otras obras.
En 1906,
Antoni Gaudí se instaló en la ahora conocida como Casa Museo Gaudí, la casa
muestra del Park Güell proyectada por Francesc d’Assís Berenguer i Mestres —amigo
y mano derecha del arquitecto— y que acabó siendo su residencia durante casi
veinte años.
Trabajó cuarenta y tres años en el templo, hasta
1926. En 1914 decidió dejarlo todo para centrarse en este único proyecto hasta
el día de su muerte, el 10 de junio de 1926, debido a un trágico accidente
sucedido tres días antes. El cortejo de su féretro, que recorrió gran parte de
Barcelona hasta la Sagrada Familia, fue un gran acontecimiento ciudadano,
puesto que se despedía quien fue —y todavía es— el arquitecto más ilustre de
Barcelona. Gaudí fue enterrado en la capilla de la Virgen del Carmen, en la
cripta del templo
Un aplauso Grande, Marisa. Esta es una buena biografia. Que nos culturiza a todos. Sigue asi.
ResponderEliminarGracias Mª Luisa por tu entrada, me ha servido para aprender una cosa que no sabía.
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