O.B. N. I.S OTRA INTERESANTE NARRACIÓN. DEL 1-7-2015
Amigos Blogueros, leer la narración con título; ehiculos. ( No se porque me ha salido asi ese título) que es emocionante. Y lo escribo con animo que paséis un rato intrigados. Y ya que lo escribo me gusta que alguien lo lea. Hasta ahora solo nieves me hace comentarios. Hacer algún comentario para que yo sepa que lo habéis leído. Esta narración de eiculos es intrigante y verdadera. (Buscarlo más abajo de este artículo)
Ahora el abuelo le va a contar a su nieto la aventura que pasó un ingeniero con un extraterrestre, Que hasta incluso le subió a su platillo volante y dialogaron en el idioma ingles. Este ingeniero nunca había creído en los platillos volantes. Opinaba que en nuestro sistema planetario ya estaba demostrado que no había habitantes. y en los demás sistemas planetarios están tan distantes de la tierra  que era imposible que nos visitara nadie. Pero a partir de la experiencia que tuvo ahora cree a pies juntillas en otras civilizaciones.
Pues bién Miguelito voy a narrarte lo de este Ingeniero - Estaba en una casa de campo con su señora y su hija. Un día se levantó y puso en marcha su coche. Y notó que la batería estaba muy baja. Decidió hacer un recorrido para rrecargarla. Subió hacia una montaña, y en lo alto habia una explanada. y vió un hombre que le hacía señas para que parase. Paró y este hombre le dijo que necesitaba agua. Que si tenía para darle algo de agua, porque un compañero suyo había tenido un accidente y la necesitaba. Yo (contó el ingeniero) le dije que no. y al verle la cara un poco contrariado y con algo de angustia, le dije que muy cerca había un riachuelo que bajaba de la montaña y que ahí podia cogerla. -Que historias más bonitas y emocionantes cuentas abuelo. ¿Y ese hombre era un Extraterrestre abuelo? -Si Miguelito. Pero el ingeniero todavía no lo sabía. Notó algo extraño en el hombre. Pero ni imaginarse que era de otro mundo. El hombre,  (siguió narrando el ingeniero) me preguntó que si estaba lejos ese riachuelo. Le dije que estaba cerca. Entonces me pidió por favor que le llevase. Yo acepte gustosamente y subió al asiento delantero a mi lado. Cuando llevabamos la mitad del camino, le pregunté si llevaba algún envase para coger el agua. Me contestó que no.
¿Usted  tiene alguno? Le dije que solo llevaba una lata que había tenido aceite. El me contestó que si la limpiábamos podía valer. Hasta aquí, Miguelito todo normal. Pero a la vuelta que vio el platillo volante, fue cuando se alarmó. Una vez llegados al riachuelo me dijo que la limpiaremos con agua y arena agitándola. Estuvimos como diez minutos agitando la lata. Lo hicimos por turnos. El hombre hablaba con parsimonia y con mucha amabilidad. Con un acento muy parecido al nuestro y en un ingles perfecto. ¿Como un ser de otro planeta puede hablar un perfecto ingles? Incógnitas que no comprendemos. ¿Será que como son casi como nosotros viven entre nosotros y no nos damos cuenta que son de otro planeta? ¡¡¡Cuantas incógnitas  tenemos que no sabemos respondernos!!! -Abuelo eso da miedo pensarlo. No Miguelito. Miedo ninguno. Por que ya han demostrado que no pretenden hacernos ningún daño. Llevan entre nosotros miles de años. Estudiándonos y conociendo nuestras costumbres. Es por eso que saben nuestro idioma. -Cuando ya le pareció que la lata estaba suficiente limpia, la llenamos de agua y volvió a pedirme por favor que le regresase al mismo sitio. Una vez en la explanada me dijo que avanzase un poco más por detrás de un montículo. y allí Oh, dios mio vi un aparato enorme. En forma de disco. Mi sorpresa fue mayúscula. El hombre bajó del coche y me indicó que bajase yo también. -¿Quiere conocer mi nave? (me dijo el hombre) Yo he de confesar que en ese momento estaba paralizado de miedo. y tardé en responder. El comprendió mi estado y me dijo con palabras suaves y amables: No tenga miedo no le va a pasar nada. Somos personas pacificas. Accedí a entrar en la Nave. El gran platillo estaba apoyado en el suelo por cuatro grandes patas. Y en el centro de su panza había una abertura con una escalera. Por la cual subió el hombre y me invitó a que yo hiciese lo mismo. SUBÍ CON MUCHO MIEDO. No las tenía todas conmigo, a pesar de que el extraterrestre era muy amable. ¿Como era el  interior del obni? Preguntó J.J. Benitez. Lo 1º que vi fue una mesa como un quirofano en la que habia un hombre tumbado. y cuatro hombres a su alrededor. Los que enseguida recogieron el agua. pregunté a mi acompañante que le pasaba a ese hombre. Me dijo que había sufrido un accidente. y me señaló uno de los ventanales en el que se veía un vidrio roto. El accidentado se movía y respiraba bien. Los cuatro hombres me ignoraron. Ni me miraron.El interior estaba muy iluminado. Pero no se veían lámparas por ningún sitio. Salia el resplandor de las paredes, del suelo y del techo. Por los grandes ventanales se veía bien el exterior. Pero cuando se está fuera, hacia dentro no se ve. Le pregunté de donde venían. Y me señaló: De alli. Señalando el cielo. Y sonriendo.  En el centro había por lo menos ocho palancas y al lado de ellas dos sillones. Pregunté para que eran y me dijo que para manejar la nave. ¿Donde están los motores? No hay motores. ¿Entonces como se mueve esta nave? Nosotros eliminamos la gravedad para mover la nave. ¿Y como consiguen eso? El extraño se sonrió. Y dijo a nosotros nos extraña mucho que vosotros los terrícolas con lo avanzaos que estáis técnicamente todavía no habéis aprendido a anular la gravedad. Eso se consigue haciendo circular un líquido pesado por un tubo a la velocidad de la luz. -Pero eso es imposible. -No no lo es. Porque si al tubo le presionas por una punta al instante sale por la otra. Y eso es una velocidad infinita. Además usamos unos potentes imanes que en la tierra no existen. Si encaramos una polaridad contraria a la que tiene la tierra nos acercamos a ella. Pero si encaramos la misma,  salimos despedidos a la velocidad que nosotros queramos. -Me preguntó que si quería saber algo más. Que preguntase lo que quisiese que él me respondería. pero en ese momento no se me ocurrió más preguntas. Perdí la ocasión de informarme de muchas dudas que tengo. Le preguntaría que desde cuando están viniendo a la tierra. Porqué no se muestran más abiertamente ante nosotros. Como han aprendido nuestro idioma. Le preguntaría si hay compañeros suyos entre nosotros. (Que yo pienso que si los hay) Porque si son como nosotros y se adaptan bien a nuestro aire y a nuestra temperatura seguro que los tenemos aquí y no nos damos cuenta. Les preguntaría que cuanto tardan en llegar a nuestro planeta. De que se alimentan. Tantas y tantas preguntas se han quedado en el aire que ahora añoro el no haber preguntado más. También le diría que por que no nos ayudan a desarrollar nuestra técnica.
¿Y como vestían esos hombres? Preguntó J.J. Benitez. Con unas batas color veige que les llegaban a los tobillos y con zapatos como los nuestros. También el que hablaba conmigo vestía con una bata larga.
Este reportaje está copiado DEL LIBRO BIBLIOTECA J.J. BENITEZ. PLANETA DEAGOSTINI- TÍTULO: TEMPESTAD EN BONANZA. Continuo con el remate de la historia: Me habló que ese líquido actuaba igual que la electricidad. Me habló de giroscopos. Que esa fuerza la tienen desarrollada a traves de los giroscopos. quede sorprendido por esa palabra que yo no entendía. -Y a partir de un número de revoluciones se consigue un dominio de la gravedad. Y le pregunté donde tenéis las bombas hidráulicas y las demás máquinas. No, no tenemos máquinas. Nosotros tenemos un material, Que no existe en este mundo, y es muy parecido al imán. Y podemos polarizar este material en dos polos. uno negativo y otro positivo. Y lo usamos de tal manera que anulamos la gravedad. Con barras del mismo signo se logra una repulsión y con barras de polaridad diferente se logra la aproximación. ¿Y dijo ese hombre que ese material no existe en nuestro mundo? -Preguntó J.J.Benitez.- Asi es. (Respondió el ingeniero) - Entonces el extraterrestre se estaba contradiciendo. Porque si no tenemos ese material que es la clave, nunca podremos anular la  gravedad. El hombre siguió explicándome el funcionamiento de su nave. Me dijo que gracias a aquellos imanes podian mantenerse inmóviles en el espacio o salir en una u otra dirección. después de 20 minutos me invitó a marchar. Y fué entonces cuando me dijo si quería hacerle alguna pregunta más. -¿Y a usted no se le ocurrió pedirle algo? Algún objeto que hubiera podido demostrar con mayor verosimilitud la presencia suya en el interior del obni. - Pues no se me ocurrió. Además no vi ningún objeto suelto.Todo lo que veia en el aparato se encontraba fijo. Salí del obni,y subí a mi coche y me alejé camino  a mi casa. Porqué engañarnos yo sentía una gran envidia a esta gente tan adelantada técnicamente. Mi cabeza daba vueltas. No podia pensar con claridad. Se lo conté a mi mujer y a mi hija.Quedaron impresionadas. Volví muchos dias despues. Y allí estaban las señales de las patas del aparato. Cuando regresé a mi trabajo se lo conté a los compañeros. Se reían de mi. Decían que eso lo había soñado. Decidí no contárselo a nadie más.